21 feb 2013

¿Dueño de tus sensaciones o esclavo del cronómetro?



   Fue el mismo día de la Behobia, ya por la tarde, cuando empecé a planear mi próximo reto.

   Un amigo me informó de que me había quedado a tan sólo 10 segundos de conseguir el dorsal rojo  para la edición de 2013, así que ese tenía que ser mi nuevo objetivo: bajar de 1:38 en una media maratón para conseguirlo.


   Para ello elegí la Mitja Marató de la Calçotada que se celebra en Valls el 24 de Marzo. Ésta fue, el año pasado, mi segunda media y en la que conseguí mi mejor tiempo, aunque no es un recorrido demasiado favorable ya que tiene bastantes desniveles, no hay liebres y no son muchos los corredores que toman parte, por lo que tampoco es fácil encontrar referencias en otra gente que ruede a tu mismo ritmo.

  A cambio tenemos un circuito bonito que pasa por 4 localidades alternando carreteras en activo con otras ya en desuso y caminos que discurren entre campos de almendros; la salida es tranquila y no hay que estar esquivando corredores y, sobre todo, te permite ser tú quien establece el ritmo ya que no te ves arrastrado por el ímpetu de algunos ni frenado por la tranquilidad de otros.

   Una vez fijado el objetivo, decidí volver a utilizar el mismo plan de entrenamiento que tan buen resultado me había dado en la Behobia. Y ahí empezó lo malo.

   Mi primer fallo fue parar demasiado tiempo después de cruzar la meta del Boulevard, estando tres o cuatro semanas sin correr de modo que, a la vuelta a las aceras, las sensaciones no eran buenas y me daba pereza salir a correr.

   También cambió mi situación laboral (¡para bien!) lo que me dejaba menos tiempo para entrenar. Normalmente me gusta correr por las mañanas, pero, estando en paro, si no lo hacía, podía ir a media mañana o a la tarde o a la noche, pero al tener trabajo, si no iba por la mañana tenía que hacerlo por la noche y no siempre apetecía.

Y a esto hubo que sumarle las navidades... Comidas y más comidas y pocas ganas de correr.

   Con todo esto, me planté en la línea de salida del Quart de Marató de Sitges el 13 de Enero habiendo corrido sólo 3 o 4 días desde la Behobia-San Sebastián y con la clara intención de que esta carrera supusiera el punto de partida de la preparación seria para mi reto del 24 de Marzo, pero tampoco fue así.

   Cierto es que empecé a correr más a menudo, aunque seguía saltándome bastantes entrenamientos y, en los que realizaba, los tiempos eran muy distintos a los marcados en el mismo entrenamiento de la anterior preparación. Esto hacía que saliera a correr desmotivado sabiendo que no podía marcar los ritmos que debía o que saliera hiper motivado para darlo todo, de forma que acababa reventando a mitad del entreno.

   Para terminar de arreglarlo todo, hace unos días una tortícolis me ha tenido una semana en el dique seco y he tomado una decisión: se acabó el plan de entrenamiento!

   Por mucho que forzara ahora, dudo que consiguiera el objetivo que me planteé en noviembre, con lo cuál he decidido simplificar las cosas: voy a correr y punto.

  Esta mañana ha sido el primer día "post plan de entrenamiento" y he salido a correr sin presión, sin reloj, sin gps, sin un recorrido preestablecido. 


Montjuic: Mi patio de recreo
   Me he levantado con agujetas del partido de fútbol que jugué antes de ayer, lo que me habría rallado sabiendo que me impediría marcar los ritmos que debía, pero hoy me daba igual; hoy tocaba correr por sensaciones: 1 o 15 kilómetros, a 4:30 o a 6:00; lo que me pidiera el cuerpo.

   He salido a disfrutar corriendo y eso es lo que he hecho. Físicamente las sensaciones al principio no han sido buenas pero ha sido cuestión de encontrar un ritmo suave pero que me pidiera un poquito de esfuerzo. He seguido el recorrido que me iban permitiendo los semáforos para no tener que parar en ningún momento, pasando por algunos sitios por donde nunca había corrido antes hasta llegar a donde más disfruto corriendo cerca de casa: Montjuic.

   He disfrutado subiendo las cuestas que hace una semana se me hacían eternas, prestando atención a mi técnica de carrera para intentar corregir errores. Pendiente de mi respiración, mis pasos y lo que me rodeaba he seguido corriendo variando el que suele ser mi circuito habitual para poder pasar por lugares por los que habitualmente no paso. A medida que han ido pasando los kilómetros me he ido encontrando mejor y, aunque no lo puedo asegurar, creo que he acabado marcando ritmos decentes.

   Hoy me vuelvo a sentir motivado y con ganas de correr y eso es lo que voy a seguir haciendo; sin objetivo claro; sin plan cuadriculado; correr por correr, sólo para disfrutar. Y cuando llegue el día 24 de Marzo saldré, igualmente, a disfrutar de la carrera. No sé que tiempo haré, pero seguro que terminaré satisfecho.

   Con todo esto no quiero decir que nunca más vaya a cronometrar mis tiempos o a fijarme objetivos, algo que está claro que haré, pero hay que tener perspectiva y ser capaz de frenar cuando veamos que nos obsesionamos y que algo que debe hacernos sentir bien está sumando stress al que ya de por sí acumulamos a diario.

   Yo, por mi parte, he aprendido la lección y espero no olvidarla!

2 comentarios:

  1. Me ha encantado!!! Fijate que hasta me esta entrando el gusanillo de retomar el running... un abrazo bro!!!

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Me alegro de que te haya gustado! Y ya sabes.... ¡A sacar partido a las Kayano! ;p

      Eliminar