24 de Marzo era el día que marqué
en mi calendario tras la Behobia-San Sebastián
para atacar el dorsal rojo de la misma, o, lo que es lo mismo, para
intentar bajar de 1 hora y 38 minutos, pero como ya os comenté en un post
anterior, abandoné este objetivo después de no seguir el plan de entrenamiento
que me había planteado.
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Ultimos preparativos |
De este modo, me plantaba en la
línea de salida de la Mitja Marató de la Calçotada en Valls, tierra de los
calçots y los castells, sin tener absolutamente ni idea del tiempo que podía conseguir,
tras llevar una temporada corriendo bastante poco y sin gps ni reloj.
Mi mejor tiempo en Media Maratón
(conseguido el año pasado en esta misma carrera) era de 1:47’46” así que me
fijé el objetivo, que consideraba bastante realista, de bajar de una hora y
tres cuartos, para lo que intentaría correr a 4:55 el kilómetro, dejándome un
margen por si me desfondaba en la parte final.