30 jul 2020

De grandes hazañas y pequeños retos

   Este martes 28 de Julio Marta Galimany batió el Récord de España de la la Hora en pista recorriendo 17.210 m. en 60 minutos. O lo que es lo mismo, 43 vueltas y un poquito más a  la pista de atletismo del Fornás, en Valls, su ciudad y donde yo vivo.


   Lo ha hecho a menos de dos semanas de la que debería haber sido la fecha señalada, marcada, subrayada y escrita en mayúsculas en su calendario para este año: el maratón del los Juegos de Tokyo 2020. 

   El coronavirus ha afectado a casi todo y ello obviamente incluye a los atletas olímpicos que tuvieron que buscar la forma de seguir entrenándose para preparar la cita olímpica durante el confinamiento (en el caso de la vallenca del F.C. Barcelona, primero en sesiones en la cinta de correr en el garaje de casa y después "apropiándose" de un polígono abandonado cuando se permitió a los deportistas de alto nivel entrenar en cualquier lugar dentro de la provincia de residencia) y re-planificarlo todo cuando se decidió pasar al 2021 la cita más esperada por la gran mayoría de deportistas.

   Como todo en esta vida, hay a quien esto le ha venido bien como puede ser Carolina Marín, a la que hace poco oí comentar que, en su caso, debido a las lesiones y a la pérdida de su padre, el cambio de fechas le permitiría preparar mejor los Juegos, y a quien no, como pueden ser deportistas en el ocaso de su carrera  que pensaban dejar el deporte de alto nivel tras la cita japonesa. En esta situación se encuentra, por ejemplo, el eterno Chuso García Bragado quien, a pesar de todo ha decidido seguir un año más y afrontar la enorme hazaña de participar en los 50km marcha con 51 años!!!

   Sea como fuere, toda esta situación ha llevado a muchos deportistas a fijarse nuevos retos ante la falta de competiciones donde ganarse las habichuelas. 
   Al igual que Marta se planteaba el Récord de la Hora, tenemos al trail runner balear Tòfol Castanyer, quién decidió enfrentarse (y vencer!) a los 54 picos de más de mil metros de la Serra de Tramuntana (su lugar habitual de entrenamiento) del tirón en un recorrido de 110 km con 7600 metros de desnivel positivo que completó en 30 horas.
   Y es que hay quién aprovechó el encierro en casa para plantearse grandes retos y quien directamente los realizó sin salir de casa:

   -El mítico triatleta Jan Frodeno se marcó un Ironman nadando 3800 metros en una piscina contracorriente, rodando 180km en el rodillo y corriendo 42km y 195m en la cinta de correr y además lo hizo con un tiempazo de poco más de 8 horas y medio. 

   -Ricardo Abad, referente de la ultra resistencia que ha sido capaz de realizar 607 maratones en otros tantos días o completar 100 Ironman en un año, decidió homenajear a los servicios de emergencia corriendo 112 km en la cinta de correr.

   -Juan Carlos Vicente corrió 23km con 2000 metros de desnivel positivo por las escaleras de su edificio, lo que supone más de 10.000 escalones! (como referencia, el Empire State tiene 1576).

   Podríamos seguir con muchos "locos" más que se plantearon retos y lograron hazañas realmente impresionantes y muchos de ellos lo han hecho por necesidad ya que el deporte es su medio de vida y principalmente viven de sus patrocinadores y, sin competiciones en las que enseñar las marcas que te dan las zapas, los geles, la bicicleta, o que, directamente, ingresan unos euros en tu cuenta, hay que buscarse la vida. Ya sabéis: el hambre agudiza el ingenio.

   Pero luego estamos los demás: los populares. 

   A nosotros el deporte nos cuesta dinero en lugar de proporcionarlo y nuestros pequeños retos y hazañas no le importan a nadie más que a nuestro pequeño y fiel Club de Fans que consiste en los familiares más cercanos y alguno de nuestros amigos (para el resto somos el pesado que corre). Porque, no nos engañemos, por muchos Kudos (Likes en la web de deporte Strava) que recibamos en nuestros super entrenamientos, a la mayoría le da igual lo que hagamos al igual que a nosotros lo que hagan ellos.

Photo by Jeremy Lapak on Unsplash

   ¿Y qué decir de las grandes hazañas? ¿Somos capaces de llevarlas a cabo?

   Nuevamente, SÍ!!!

   Porque el valor de lo conseguido lo tenemos que determinar nosotros y no los demás y, aunque para un ultramaratoniano no tiene mérito correr 5km, para alguien que nunca ha hecho deporte puede suponer un tremendo esfuerzo y una enorme superación. Eliud Kipchoge corriendo 30km a 3:30 el km es un paseo de domingo y yo, en estos momentos, corriendo 10k a 4:50 es exprimirme al máximo. Y estoy más orgulloso de los 10 kilómetros en 48:24 que hice hace un mes que los que hice en 43:33 hace 7 años.

   ¿Por qué? Porque las circunstancia son otras. Mi situación personal no es la misma por lo que tengo menos tiempo para entrenar, tengo 7 años más, entonces estaba en una rutina de correr de más de un par de años sin parar y ahora llevo  sólo unos meses después de haber estado cerca de 5 años haciendo muy poco deporte, aquella fue una carrera en un circuito pensado para hacer buenas marcas y rodeado de muchos corredores en los que taparse del viento y ésta la hice yo sólo en un recorrido con alguna rampa dura...

   En resumen, los retos nos los debemos poner nosotros para nosotros y siempre que consigamos superarnos eso supondrá una hazaña!

   Ahora mismo ya estoy en el camino de mi próximo reto. Un gran reto: mi tercera maratón. Y es que, si en las dos ocasiones anteriores lo hice al amparo de una prueba oficial, esta vez lo voy a hacer yo solo, por mi cuenta, con mi mochila cargada de agua, isotónicos, geles y lo que haga falta; saliendo desde la puerta de mi casa y volviendo hasta la misma (aquí tenéis el recorrido que he preparado); sin avituallamientos, sin liebres, sin grupeta, sin un trazado de asfalto cerrado al tráfico...

   La fecha: 22 de Noviembre, coincidiendo con la Red Run de las Rainbow Virtual Series.

   ¿Alguien se apunta?





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